jueves, 28 de abril de 2011

Capítulo 3.

[~Narra Bill~]
Eran la 13:02 de la tarde y no había nada que hacer, estaba aburrido en mi casa como de costumbre. Era tanta mi aburrición que decidí recoger mi habitación, aparte tenía que tener mi habitación presentable para esta tarde, hoy vendría Jane Dunkel a mi casa para hacer el trabajo de inglés. No tardé mucho en recogerla ya que no la tenía echa un desastre. Cuando terminé, salí de mi habitación y fui a al patio a jugar con mi perrito Scotty, era un perro grande, me encantaba estar con él, era una gran compañía, es como mi mejor amigo, no sé qué haría si él muere... En fin, esperemos que eso nunca pase. 
- Bill... -Dijo mi hermano Tom acercándose a mí.-
- ¿Qué quieres? -Pregunté en tono borde acariciando a Scotty.-
- ¿Podemos hablar? -Preguntó agachándose a mi lado.- Por favor...
-Me puse en pie dispuesto a escucharle.- Dime.
- Oye, yo... siento mucho lo que te dije en el instituto... Tienes razón, yo no sé cómo te sientes, no sé lo que es ser tú...  Yo solo quiero decirte que... lo siento hermano... 
- Tom... -Suspiré.- No importa, no te preocupes, ¿vale? Ya vamos a olvidarlo.
- Vale... -Dijo él sonriendo.- Bueno, mamá dice que la comida ya está casi lista y que vayamos a poner la mesa. 
- Vale, pues vamos. -Tom y yo fuimos hacia la cocina y yo saqué el mantel para ponerlo en la mesa mientras Tom sacaba los cubiertos, los vasos y los platos, poniéndolos en la mesa. 
- Mamá, ¿qué hay de comer? -Pregunté mirando como hacía la comida.-
- Spaghetti. Oye Bill, cariño, ¿me puedes traer los platos para echar la comida?
- Claro. -Cogí los tres platos y se los puse encima de la encimera. Cuando terminó de echar la comida en los platos, los volví a dejar en la mesa.-
Pasadas las horas ya eran las 20:32 de la tarde, y supuestamente Jane tendría que haber llegado a las 17:00 como mucho. Bien, me ha dejado plantado. 
Luego de unos minutos, sonó el timbre, y como nadie abría la puerta, tuve que ir yo a ver quién era, y para mi sorpresa, cuando abrí la puerta, me encontré con Jane.
- Pero mira quien es. -Dije apoyándome en la puerta, cruzándome de brazos y alzando una ceja.- Hasta que te dignaste a venir.
- Lo siento, lo siento. Pero es que estaba entrenando... 
- ¿Entrenando el qué?
- Gimnasia Rítmica.
- Ohm. Bueno en fin, pasa.
- Sí, gracias. -Ella pasó y nos dirigimos a mi habitación, pero en el camino nos encontramos a mi hermano.-
- ¡Jane! -Dijo Tom dándole un beso a Jane en la mejilla.- ¿Cómo tú aquí? Y... ¿con Bill? -Dijo él extrañado.-
- Tom, lo del trabajo. -Dije.-
- ¡Ah si, cierto! Bueno, os dejo solitos. -Dijo yéndose hacia abajo.- ¡Mamááááá! Sucedió un milagro, ¿sabes? Bill trajo a casa a una muchacha. -Gritó riéndose.-
- ¡Ya cállate mamón! -Le grité.- Vamos, pasa. -Dije abriendo la puerta para que Jane pasara.- 
[~Narra Jane~]
Entré a su habitación, la verdad que era bastante bonita, era sencilla, ni muy pequeña ni muy grande, una habitación normal, con una cama, un escritorio, etc etc. En las paredes había posters de Green Day y grupos que hasta el momento desconocía. Oh, un momento, ¿Green Day? 
- Ey Bill, por lo que veo te gusta Green Day. -Me quedé mirando el maldito poster, me encanta.-
- Sí, me gusta mucho su música. -Dijo él sentándose en la silla que estaba al lado del escritorio.- 
- A mí también. -Sonreí sentándome en otra silla a su lado.-
- Bueno... ¿empezamos con el trabajo?
- Claro, pero, ¿de qué lo hacemos? 
- Ehm... pues... no sé, sinceramente. 
- Haber, pensemos Bill, ¿qué es lo que tenemos en común?
- ¿Green Day? -Rió levemente.-
- No, eso no. -Reí con él.- Haber... no sé, algo. 
- Hm... ¿te gusta la música?
- Me encanta, la adoro. -Bill me miró con cara de "hay lo tienes, ya sabes de qué lo podemos hacer".- Oh Bill, ¡eres un genio! 
- Lo sé. -Dijo con aires de superioridad.-
- Si lo llego a saber, no te digo nada. -Dije cruzándome de brazos poniendo cara de niña pequeña enfadada como cuando le quitan su dulce muñeca. Y luego los dos, nos echamos a reír como tontos.- 
Estuvimos buscando información para el trabajo, costó un poco, ya que había que traducirlo y todo, y con todo eso, se hicieron las 22:00 de la noche. Me lo pasé bien haciendo el trabajo, la verdad que no me esperaba que fuera tan amable conmigo.
- Estoy cansada, me debería de ir ya a mi casa. -Dije levantándome estirando el cuerpo.-
- ¿Tan pronto? Pero si solo han pasado dos horas o por hay...
- Ya, pero te recuerdo que yo tengo una casa y unos padres que se preguntan dónde se mete su hija. -Dije aún estirándome.-
- Te ves graciosa estirándote. -Rió él levemente.-
- No sé cómo tomarme ese comentario.
- A bien. -Sonrió.-
Cogí mi mochila ya dispuesta a irme de la casa de Bill, cuando él me cogió del brazo y me paró.
- Podrías... quedarte a cenar...  
Me quedé a cuadros, no me lo podía creer, Bill el borde me pidiera que yo; Jane Dunkel, la chica a la que supuestamente odia, me pidiera que me quedará a cenar.
- Bueno... vale. -Sonreí y él sonrió conmigo.-

sábado, 23 de abril de 2011

Capítulo 2.

[~Narra Sally~]
Espero que a Jane no lo hayan regañado mucho, ella no hizo nada. 

En fin, ahora estoy en clase de Historia y, sinceramente, me estaba durmiendo, era demasiado aburrida esta clase. 
Luego de media hora sonó la campana de salida, ahora tocaba descanso, 40 minutos. Recogí mis cosas y salí de la clase para ir a buscar a Jane, no tenía ni la menor idea de dónde estaba ella. Di vueltas y vueltas intentando buscarla, y no la encontré, pero en su lugar… encontré a Tom.
- Hola Sally. –Dijo Tom amablemente acercándose a mí.-
- Ho-hola Tom. –Oh mierda, otra vez tartamudeo, venga Sally, respira y tranquilízate.-
- ¿Qué haces aquí sola?
- Pu-pues… estoy buscando a Jane… Pero no la encuentro por ninguna parte…
- ¿No estaba en clase contigo?
- No… La mandaron al aulesco junto con tu hermano.
- ¿Bill? Pero bueno, ¿qué se supone que han hecho esos dos?
- Bill se negó a contestar a una pregunta de inglés y se puso muy borde con el profesor y Jane por hablar en bajito.
- Bill es idiota. –Suspiró Tom.- En fin, ¿te vienes a tomar algo?
- ¿Eh? –Abrí los ojos como platos, cada vez me ponía más nerviosa. Oh vamos Sally, no tienes por qué estar nerviosa, conoces a Tom desde que vives en Hamburgo, hay confianza, no hay por qué preocuparse.- Claro, vamos. –Sonreí.-

Tom y yo fuimos a la cafeteria del instituto,nos sentamos en una mesa y yo me ofrecí a ir a pedir algo él se quedaba cuidando el sitio.
[~Narra Tom~]
Sally se fue a pedir algo, yo mientras la observaba. De repente oí una voz masculina atrás de mí y me giré para ver quién era y, era mi gemelo Bill.
- Hola Tom. -Dijo Bill sentándose en la silla.-
- Hola Bill. -Dije sonriendole.- Oye... me ha dicho por ahí un pajarito que te mandaron al aulesco por contestarle a un profesor. ¿Es eso cierto?
-Bill alzó una ceja.- Y... ¿quién ha sido ese pajarito? ¿No habrá sido más bien una pájara con el pelo morado, hm? -Dijo Bill cruzándose de brazos poniendo cara seria.-
- No, Jane no me lo ha dicho, y no la llames pájara. Y tampoco te diré quién me lo dijo. Pero me interesa saber qué es lo que pasó.
- Es simple, el profesor me tocó los huevos con sus preguntitas.
- Oh Bill por Dios. ¿Cuándo vas a dejar de comportarte como un capullo? Sé que te duele lo que te dice la gente, pero no la pagues de esa manera, el que sale perdiendo eres tú.
- ¿¡Qué?! -Dijo levantándose de la silla.- ¡Tú no sabes como es ser yo! ¡No sabes lo que es que te digan que tienes pinta de mujer, que te digan que eres gay y que tienes pinta de zorra chupa-pollas! ¡TÚ NO SABES CÓMO COÑO ME SIENTO YO! -Dijo Bill entre gritos, yéndose de la cafetería.-
- ¡Espera Bill! -Dije levantándome yo de la silla. Él tenía toda la razón, no sé cómo se siente, no sé que siente cuando le llaman todas esas cosas, tengo que disculparme con él, luego le pediré perdón.- 
- Siento la espera. -Dijo Sally con una bandeja en la mano dejándola en la mesa.-
- No pasa nada. -Sonreí.- 
- ¿He tardado mucho? -Dijo Sally cogiendo su vaso y bebiendo de él.-
- No, de todas formas estaba algo entretenido, estuve hablando con Bill.
- ¿Y qué te dijo?
- De todo...
[~Narra Bill~]
Me fui de aquella cafetería y me salí del instituto gracias a que las puertas principales estaban abiertas. Por suerte no había vigilancia alguna. ¿Qué me comporto como un capullo? Fue a hablar el que juega a acostarse con una mujer diferente cada noche de todo el año. En fin, me fui a un parque y me subí a la casita de un tobogán y me senté poniendo mis pernas contra mi pecho sujetándolas con mis manos. Necesitaba pensar, estar solo. 
- ¿Por qué me juzgaran solo por lo que ven por fuera? -Pensé en voz alta.-
Apoyé mi cabeza sobre mis piernas y cerré los ojos. Luego de dos minutos o así, oí unos pasos que se acercaban a mí. Alcé un poco la vista y vi unas deportivas de color negro y morado, alcé la vista del todo y vi que era Dunkel. 
- ¿Qué coño haces tú aquí? -Pregunté en tono borde.-
- Me encanta como me saludas, eres taaan agradable... -Dijo con ironía sentándose a mi lado.-
- Bóh, déjame en paz, quiero estar solo.
- ¿Sabes qué? Que no quiero dejarte solo. -Sonrió ella.- Te recuerdo que... somos compañeros de trabajo.
- Bóh.
- Tenemos que quedar en alguna de nuestras casas para empezar a hacer el trabajo, ¿no crees?
- Queda todavía una semana. 
- Pero esa semana puede pasarse rápido, mejor empezar ahora y no después. Así que elige tú en cuál casa.
- Suspiré.- ¿En la mía?
- Está bien, pero, ¿dónde vives?
- Espera, te lo apunto. -Acerqué mi mochila y la abrí, cogiendo un cuaderno y un bolígrafo para escribirla mi dirección. Luego de escribirlo, arranqué la hoja y se lo di.- Esa es mi dirección.
- Gracias. -Dijo ella sonriendo y guardándose el papel en el bolsillo del pantalón.- Bueno me voy ya. Nos vemos está tarde a las 17:00 en tu casa. Hasta entonces, Bill. -Dijo levantándose y yéndose.-
[~Narra Jane~]
No sé lo que me esperaría está tarde en casa de Bill, aunque creo que va a ser algo difícil, porque parece que no hay manera de que sea amable. Yo intento ser amable con él, pero parece que la compañía le molesta, parece ermitaño. En fin, tendré que armarme de paciencia con él.
Me había concentrado tanto en otras cosas que me olvidé de las clases, ya ni sabía que hora era, así que miré la hora y ya eran las 13:44, faltaba aproximadamente una hora para que las clases de hoy finalizaran, ya era una tontería que me molestara en ir a clases, así que me quedé en la puerta, esperando a que tocará la campana para que Sally saliese. Estuve aburriéndome durante una hora y media, más de una vez pensé en ir a la casita del tobogán en donde estaba Bill, pero no quería molestarle, todos necesitamos estar solos. No sé por qué, pero... estoy deseando que llegue esta tarde para estar con él, tengo curiosidad por saber lo que es pasar una tarde al lado de Bill, no es que me lleve muy bien con él pero... se intentará al menos. Oh mierda, un momento, está tarde se supone que había quedado con Sally, mierda mierda mierda. Ogh, por una parte quiero ir con Sally porque ella está algo deprimida y quiero animarla, pero... por otra parte quiero ir con Bill. Ay por la perra loba. Bueno, lo consultaré con Sally, sí, eso haré, será lo mejor. 
De repente la campana sonó, ya habían acabado las clases, por fin salía Sally, pero no la veía, quizá salga después, en fin, la buscaré. 
- ¡Ahí está! -Pensé en voz alta cuando vi a Sally.- ¡Saaally! -Grité corriendo hacia ella.-
- ¡JANE! -Gritó poniendo sus manos sobre mis hombros.- ¿Dónde se supone que te habías metido? ¡Te estuve buscando!
- Es una laaaaarga historia, vamos, te contaré por el camino. -Le conté todo desde el principio a Sally mientras caminábamos hacia nuestras casas, y también le dije lo de esta tarde.- Y bueno, eso es todo.
- Mama mía. Haber que me centre... Bill y tú tenéis que hacer un trabajo de cualquier cosa en inglés.
- Así es. 
- Y digo yo... ¿vas a tener la suficiente paciencia para aguantarle? Se le ve muuuuy borde al chaval.
- Lo sé. -Suspiré.- Pero... será divertido e interesante.
- Que fuerte. Entonces... el plan que teníamos tú y yo para esta tarde, como que no, ¿verdad?
- Lo siento mucho Sally.
- No pasa nada Janecita. -Sonrió ella.-
- Que buena eres Sallycita. 
- Lo sé. -Rió ella levemente.- Bueno, hasta mañana Jane, que lo pases bien esta tarde. 
- ¡Adiós! -Dije entrando a mi casa.- 

viernes, 22 de abril de 2011

Capítulo 1.

Estábamos en clase de Matemáticas, corrigiendo los deberes que la profesora había mandado para hoy.
- Señorita Jane Dunkel. -Dijo la profesora de Matemáticas dirigiéndose a Jane.-
- Sí señora. 
- Salga al encerado por favor.
- Sí señora. -Contestó Jane levantándose de su silla saliendo hacia el encerado.-
- ¿Tiene hechos sus deberes señorita Dunkel? -Dijo la profesora seriamente alzando una ceja y mirando a Jane.-
- Sí señora, mire. -Jane le mostró a la profesora su cuaderno con los ejercicios hechos y, la profesora los echó un vistazo.-
- Hm... bien, pues corrija el ejercicio número seis.
- Por supuesto. -Contestó Jane cogiendo una tiza del encerado empezando a escribir en una esquina de la pizarra el número "6", escribiendo después en el centro del encerado operación.- Terminé.
- Hm... Muy bien señorita Dunkel, ya puede sentarse, el ejercicio está bien hecho. -Le dijo la profesora mirando el ejercicio del encerado, mientras Jane se dirigía a su asiento para sentarse.-
[~Narra Jane~]
Vaya profesora, que asco, me habla como si yo tuviera 40 años o algo así, es una estirada y encima se cree aquí la Barbie con el culo gordo que tiene. Estoy deseando que llegue el año que viene para no tener que verla más esa cara de rancia y bruja que tiene.
Luego de unos minutos, oí la campana sonar, significaba que la clase de Matemáticas ya había terminado por fin. Todos recogíamos para irnos a la siguiente clase, y ahora tocaba inglés, veamos que nos espera allí.
- Date prisa Sally. -Le dije metiéndola prisa.-
- Sí, sí, espérate. -Contestó ella metiendo sus libros en su mochila.- Vale, ya está. Vámonos. -Dijo cogiendo la mochila, levantándose.- Por cierto, ¿en qué clase toca ahora? 
- En 4ªC.
- Vale, vamos.
Sally y yo nos dirigíamos a la clase de Inglés, que es un gran coñazo.
- ¡Hola! -Dijo una voz masculina por detrás de Sally y de mí. Me volteé a ver quién era, y era Tom.- Hola Tom. -Le saludé amablemente.-
- Hola Jane, hola Sally. -Saludó él sonrientemente.-
- Ho-hola Tom... -Dijo Sally tartamudeando.-
- Bueno, me voy, que a mí me toca en otra clase.
- Vale, adiós. -Dije despidiéndome de él.-
- A-adiós. -Siguió Sally.-
- ¿Cuándo piensas decírselo? -Le pregunté a Sally.-
- ¿Decirle el qué a quién?
- Oh vamos, a mí no me puedes engañar, te gusta Tom, es evidente. Cada vez que estás cerca de él tartamudeas sin querer.
-Sally suspiró bajando la mirada y paró de caminar.- Sería inútil, él es... muy... mujeriego, ¿sabes? Solo le interesa acostarse con la primera tía que se le pasa por delante. Él no cree en eso del amor. Sí, es cierto, a mí... a mí me gusta Tom, pero... él nunca llegará a saberlo ni a darse cuenta.
-Suspiré escuchando lo que Sally me decía.- Anda, vámonos... Al final llegaremos tarde. -No sabía que decirle en esos instantes para animarla.-
Entrasteis en clase y Sally se fue al final de la clase a sentarse para que nadie la molestara.Yo me senté a su lado, la miraba de reojo de vez en cuando, me tenía preocupada, su
mirada estaba muy triste, ella en sí estaba muy triste. Me decidí por hablarle e intentar animarla.
- Ey, venga, no estés triste. -Dije susurrando para que el profesor no me oyera.- 
- No estoy triste. -Dijo ella apoyando su cabeza sobre su mano.-
- Mis cojones no están tristes, tú sí. A mí no me puedes engañar, ya te lo he dicho. -Pero ella no contestaba, solo se quedó callada, mirando por le ventana.- Mira, hagamos una cosa. ¿Qué tal si hoy quedamos tú y yo y vamos de compras? ¿Qué te parece? -Le propuse para intentar que se sintiera mejor.-
- Vale. -Sonrió forzadamente.-
- Ejem ejem. -Carraspeó el profesor mirándome.- Señorita Dunkel, ¿por qué no prueba a atender? ¿Le parece bien? -Me dijo el profesor cruzado de brazos.-
- Sí, ya me callo.
- Bien. -Contestó.- Ahora vamos a pasar a un examen oral. Me vais a decir los meses del año, todos y cada uno de ellos en inglés. Y siendo eso tan fácil, quien no me los sepa decir, se puede considerar suspenso en mi asignatura, ¿está claro? Bien, pues empecemos por... ehm... -Dijo el profesor pensativo mirando a la clase.- Hm... usted mismo. Kaulitz, levántese.
- Sí. -Dijo Bill levantándose de la silla.-
- Bien, pues ya puede empezar, Kaulitz. -Dijo el profesor sentándose en su silla, mirando a Bill.-
- ¿Empezar a qué? -Le contestó Bill al profesor de mala gana.-
- A hacer el pino, si le parece. -Dijo el profesor a Bill seriamente.- Kaulitz, ¿usted me escucha cuando yo estoy hablando?
- No me apetece hacer el pino ahora mismo, y tampoco contestar a su pregunta. -Dijo Bill poniendo un tono de chulería y superioridad.-
- ¿Con qué esas tenemos, eh Kaulitz? -Dijo el profesor levantándose de su silla, dirigiéndose a Bill.- Escúchame niño, a mí no me vas a contestar así, ¿te queda clarito? 
- Te contesto como me sale de la polla. ¿Te queda clarito? -Contestó Bill en tono burlesco.-
- ¡Bueno ya es suficiente! -Dijo el profesor gritando dando un manotazo a la mesa.- ¡Te vas directo al aulesco! ¡Y no quiero oír ni una palabra más! Y cuando termine la clase iremos a hablar con el director. -Dijo el profesor gritándole a Bill.
- La que se ha montado en un segundo... -Dije yo por lo bajo.-
- ¡Dunkel! ¡Tú también, al aulesco! Ya es la segunda vez que la llamo la atención. Váyase con Kaulitz al aulesco, vamos. -Dijo el profesor entre gritos.-
- ¿¡Qué!? ¡Es injusto! -Contesté recogiendo mis cosas y levantándome de la silla, saliendo por la puerta.-
- Ah, y Kaulitz, piensa que te podrías haber ahorrado todo esto si me hubieras contestado a una pregunta tan simple como decirme los meses del año.
- Ahá. -Contestó Bill sin darle importancia a lo que decía el profesor.-
Me dirigí hacia el aulesco con la mirada seria, detrás de mí iba Bill Kaulitz, le miré de reojo, él iba sonriente, despreocupado, como si la bronca que acababa de tener el profesor con él no hubiera pasado. A mí Bill no me cae ni bien ni mal, no le conozco, así no me cae, directamente, y no tengo nada en contra de él, aunque es un chico bastante extraño, va más maquillado que yo, y él es un chico, es extraño y raro. Él es hermano gemelo de Tom, pero no se parecen en nada. En fin, los dos llegamos al aulesco, abrí la puerta y pasé. Me senté en una de las sillas que había, en ese aula no había nadie. Bill pasó después cerrando la puerta, y luego se sentó a mí lado. No me atrevía a hablarle, tampoco sabía que decirle. 
- ¿Por qué le contestaste así al profesor? -Le pregunté a Bill mirándole, hacia que no me esuchaba y ni me contestaba, eso me cabreaba bastante.- Contéstame, ¿quieres?
- No, no quiero contestarte. -Dijo Bill algo enfurecido.-
- Ogh, mira, no me extraña que nadie quiera dirigirte la palabra. -Contesté enfadada remarcando el nadie.-
- ¿Y tú quién te crees que eres para decirme eso?
- ¿Qué? ¡Mira yo intento ser amable, pero con personas como tú da ASCO ser amable! -Dije gritándole levantándome de la silla en la que estaba para sentarme lejos de él.-
Que asco de niño, no era de extrañar que nadie le soporte, no me puedo creer que su hermano le soporte.
Al cabo de unos minutos, el profesor de inglés entró por la puerta con el Director del instituto.
- Jane, acérquese por favor, póngase al lado de Bill Kaulitz, por favor.
- Sí señor. -Contesté levantándome dirigiéndome al sitio donde antes estaba.-
- Bien. Bill, creo que le debes al profesor de inglés una disculpa, ¿no te parece?
[~Narra Bill~]
- Pues... -Suspiré e intenté tragarme mi orgullo, no quería oír hablar del tema, quería irme ya.- Lo siento señor.
- Disculpado quedas. Pero por favor, que no vuelva a pasar. -Me dijo el profesor de inglés.- ¿Y usted Dunkel? ¿No tiene nada que decirme?
- Yo... lo siento. -Dijo Jane agachando la mirada.-
- Disculpada quedas.
- Bien, en cualquier caso, espero que esto no se vuelva a repetir, ¿vale? Ya podéis marcharos si queréis. -Dijo el director, mientras nosotros nos levantábamos para irnos del aulesco.-
- Kaulitz, Dunkel, esperen un momento. -Dijo el profesor de inglés, haciendo que Bill y yo nos paráramos a darnos la vuelta y mirarle a él.- Aunque quedéis perdonados, hay que imponeros un castigo. Ambos tendréis que hacerme un trabajo de lo que os de la gana en inglés, ¿sí? Pero tendréis que trabajar juntos. Nada de individualmente, en grupo.
- ¿Qué? -Dije abriendo los ojos como platos. No me lo podía creer, tendría que hacer un trabajo con la niñita mimada de Jane Dunkel, es horrible.- Pero señor…
- Nada de peros. –Contestó el profesor seriamente sin dejarme terminar mi frase.-
- ¿Y cuánto tiempo tenemos de plazo profesor? –Preguntó Jane.-
- Hm... tendréis una semana.
- Vale.
- Ahora sí, podéis marcharos.
Y eso hicimos, nos marchamos de ese aula terrible y horrible. No me lo podía creer, ¿qué voy a tener que trabajar con esa? Bóh. La idea no me termina de gustar, pero suena interesante.
Bill… a mí tampoco me gusta la idea, ¿vale? Pero por favor, haz un esfuerzo y deja de tenerme asco por lo menos hasta que terminemos el trabajo. –Dijo Jane con cara seria.-
-Suspiré ante la idea.- De acuerdo.

jueves, 21 de abril de 2011

Prologo.

Era un Martes cualquiera, soleado pero frío Martes en pleno Enero. Me levanto para estirar las persianas de la ventana y, el sol me deslumbra y me hace daño en los ojos.
Me preparo para ir al instituto; me visto, me peino, me maquillo un poco, me preparo la mochila, desayuno y me voy hacia la casa de Jane para recogerla e ir al instituto.
Y a todo esto, creo que no me presenté, soy Sally Sparks, tengo 15 años, nací en Londres el 13 de Septiembre, pero mi madre y yo nos mudamos a Alemania cuando yo tenía 11 años por motivos de trabajo de mi madre. Mis padres están separados, aunque desconozco los motivos. Cuando se separaron mis padres, mi madre lo único que me dijo fue; “A veces las personas dejan de amarse.” Pero nunca me explicó cuál fue la razón. Soy rubia de ojos azulados, y también soy alta. Me encanta escuchar música y meterme en mi mundo, también me encanta salir con mis amigos. Aunque también estudio mucho para poder sacarme la E.S.O., actualmente estoy en 4ª de la E.S.O., el año que viene, si apruebo todas, pasaré a 1ª de bachiller. Todavía no sé que quiero ser en esta vida, pero en fin, aún queda tiempo. Ahora vivo feliz en Hamburgo, con mi madre y mi perrito. Es un chihuahua de color blanco, se llama Kiwi. Es como mi mejor amigo, siempre está conmigo.
En fin, ya llegué a casa de Jane. Toqué al timbre y ella me abrió y me invitó a pasar. Aún no estaba lista, le faltaba ponerse el piercing de la nariz y no encontraba la bolita. Faltaba poco para que empezaran las clases, así que le metí prisa a Jane. De milagro lo encontró, estaba encima de la mesa de su cocina. Ella cogió su mochila y salimos pitando al instituto, ya llegábamos tarde.
Jane era una de mis mejores amigas. También tiene 15 años, su pelo es morado, le tiene muy bonito el pelo. Tiene un piercing en la nariz, pero ella dice que también quiere uno en la lengua, pero sus padres no la dejan hasta que llegue el verano. Ella también tiene un perro, es un shiba de color canela bastante bonito, aunque también es un poco grande el perro. Se llama Bolita. A Jane también le gusta muchísimo el deporte, sobretodo la gimnasia rítmica, ya ha competido y ha ganado 3 medallas, es bastante buena en ese deporte. Ella nació en España, concretamente en Madrid el 10 de Julio.
Después de correr y correr para llegar al instituto, llegamos por fin. Por suerte llegamos bien de hora, no nos retrasamos ni nada. Desgraciadamente a primera hora tocaba Matemáticas, detesto esa asignatura. Me senté al lado de un chico con el cual la profesora me había puesto. Ese chico era un amigo de la infancia, se llama Tom, Tom Kaulitz. Él repitió 4ª de la E.S.O., se le daban fatal todas las asignaturas. No aprobó ni una. Él tiene un año más que yo, 16 años, y él nació en Alemania, en Leipzig el 1 de Septiembre. Es un poco mujeriego, se acuesta con la primera mujer que se le presente por delante. Él no cree en el amor para nada, él cree en los royos de una sola noche. A pesar de eso, es una buena persona, con quien quiere, claro. Tiene rastas en el pelo, es medio rubio oscuro y casi siempre lleva una gorra. Tiene los ojos marrones. Tiene un piercing en la boca, es un aro que le atraviesa el labio. Se viste con ropa al estilo “rapero”, jamás le he visto con ropa ‘apretada’, por así decirlo. Y le encanta tocar la guitarra, la toca de maravilla. Y hay que decir que… es un chico bastante atractivo.
Tom tiene un hermano gemelo, se llama Bill, aunque a simple vista, no dirías que son gemelos, ya que no se parecen en nada por fuera. Su hermano es el “bicho raro” de la clase. Todo el mundo le critica porque él se maquilla los ojos de negro y se pinta las uñas de negro también. Le critican por ser como es. El único que no le critica es su hermano Tom, incluso a veces le defiende. También tiene 16 años y le encanta el fútbol y componer canciones en sus ratos libres. Él también repitió, él no repitió porque no le salieran las cosas, si no porque no estudiaba nada. Es muy delgadito y alto también, tiene el pelo moreno oscuro, con un flequillo engominado para la derecha que le cubre el ojo. Tiene pequeñas crestitas en el pelo también, también engominado. Él tiene un piercing en la lengua y en la ceja. Bill, al contrario que su hermano, cree que puede existir el amor a primera vista, él no es de los que quieren solo un royo. Bill no tiene amigos, solo tiene a su hermano, todos piensan que Bill es… diferente por como es.