jueves, 28 de abril de 2011

Capítulo 3.

[~Narra Bill~]
Eran la 13:02 de la tarde y no había nada que hacer, estaba aburrido en mi casa como de costumbre. Era tanta mi aburrición que decidí recoger mi habitación, aparte tenía que tener mi habitación presentable para esta tarde, hoy vendría Jane Dunkel a mi casa para hacer el trabajo de inglés. No tardé mucho en recogerla ya que no la tenía echa un desastre. Cuando terminé, salí de mi habitación y fui a al patio a jugar con mi perrito Scotty, era un perro grande, me encantaba estar con él, era una gran compañía, es como mi mejor amigo, no sé qué haría si él muere... En fin, esperemos que eso nunca pase. 
- Bill... -Dijo mi hermano Tom acercándose a mí.-
- ¿Qué quieres? -Pregunté en tono borde acariciando a Scotty.-
- ¿Podemos hablar? -Preguntó agachándose a mi lado.- Por favor...
-Me puse en pie dispuesto a escucharle.- Dime.
- Oye, yo... siento mucho lo que te dije en el instituto... Tienes razón, yo no sé cómo te sientes, no sé lo que es ser tú...  Yo solo quiero decirte que... lo siento hermano... 
- Tom... -Suspiré.- No importa, no te preocupes, ¿vale? Ya vamos a olvidarlo.
- Vale... -Dijo él sonriendo.- Bueno, mamá dice que la comida ya está casi lista y que vayamos a poner la mesa. 
- Vale, pues vamos. -Tom y yo fuimos hacia la cocina y yo saqué el mantel para ponerlo en la mesa mientras Tom sacaba los cubiertos, los vasos y los platos, poniéndolos en la mesa. 
- Mamá, ¿qué hay de comer? -Pregunté mirando como hacía la comida.-
- Spaghetti. Oye Bill, cariño, ¿me puedes traer los platos para echar la comida?
- Claro. -Cogí los tres platos y se los puse encima de la encimera. Cuando terminó de echar la comida en los platos, los volví a dejar en la mesa.-
Pasadas las horas ya eran las 20:32 de la tarde, y supuestamente Jane tendría que haber llegado a las 17:00 como mucho. Bien, me ha dejado plantado. 
Luego de unos minutos, sonó el timbre, y como nadie abría la puerta, tuve que ir yo a ver quién era, y para mi sorpresa, cuando abrí la puerta, me encontré con Jane.
- Pero mira quien es. -Dije apoyándome en la puerta, cruzándome de brazos y alzando una ceja.- Hasta que te dignaste a venir.
- Lo siento, lo siento. Pero es que estaba entrenando... 
- ¿Entrenando el qué?
- Gimnasia Rítmica.
- Ohm. Bueno en fin, pasa.
- Sí, gracias. -Ella pasó y nos dirigimos a mi habitación, pero en el camino nos encontramos a mi hermano.-
- ¡Jane! -Dijo Tom dándole un beso a Jane en la mejilla.- ¿Cómo tú aquí? Y... ¿con Bill? -Dijo él extrañado.-
- Tom, lo del trabajo. -Dije.-
- ¡Ah si, cierto! Bueno, os dejo solitos. -Dijo yéndose hacia abajo.- ¡Mamááááá! Sucedió un milagro, ¿sabes? Bill trajo a casa a una muchacha. -Gritó riéndose.-
- ¡Ya cállate mamón! -Le grité.- Vamos, pasa. -Dije abriendo la puerta para que Jane pasara.- 
[~Narra Jane~]
Entré a su habitación, la verdad que era bastante bonita, era sencilla, ni muy pequeña ni muy grande, una habitación normal, con una cama, un escritorio, etc etc. En las paredes había posters de Green Day y grupos que hasta el momento desconocía. Oh, un momento, ¿Green Day? 
- Ey Bill, por lo que veo te gusta Green Day. -Me quedé mirando el maldito poster, me encanta.-
- Sí, me gusta mucho su música. -Dijo él sentándose en la silla que estaba al lado del escritorio.- 
- A mí también. -Sonreí sentándome en otra silla a su lado.-
- Bueno... ¿empezamos con el trabajo?
- Claro, pero, ¿de qué lo hacemos? 
- Ehm... pues... no sé, sinceramente. 
- Haber, pensemos Bill, ¿qué es lo que tenemos en común?
- ¿Green Day? -Rió levemente.-
- No, eso no. -Reí con él.- Haber... no sé, algo. 
- Hm... ¿te gusta la música?
- Me encanta, la adoro. -Bill me miró con cara de "hay lo tienes, ya sabes de qué lo podemos hacer".- Oh Bill, ¡eres un genio! 
- Lo sé. -Dijo con aires de superioridad.-
- Si lo llego a saber, no te digo nada. -Dije cruzándome de brazos poniendo cara de niña pequeña enfadada como cuando le quitan su dulce muñeca. Y luego los dos, nos echamos a reír como tontos.- 
Estuvimos buscando información para el trabajo, costó un poco, ya que había que traducirlo y todo, y con todo eso, se hicieron las 22:00 de la noche. Me lo pasé bien haciendo el trabajo, la verdad que no me esperaba que fuera tan amable conmigo.
- Estoy cansada, me debería de ir ya a mi casa. -Dije levantándome estirando el cuerpo.-
- ¿Tan pronto? Pero si solo han pasado dos horas o por hay...
- Ya, pero te recuerdo que yo tengo una casa y unos padres que se preguntan dónde se mete su hija. -Dije aún estirándome.-
- Te ves graciosa estirándote. -Rió él levemente.-
- No sé cómo tomarme ese comentario.
- A bien. -Sonrió.-
Cogí mi mochila ya dispuesta a irme de la casa de Bill, cuando él me cogió del brazo y me paró.
- Podrías... quedarte a cenar...  
Me quedé a cuadros, no me lo podía creer, Bill el borde me pidiera que yo; Jane Dunkel, la chica a la que supuestamente odia, me pidiera que me quedará a cenar.
- Bueno... vale. -Sonreí y él sonrió conmigo.-

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