viernes, 22 de abril de 2011

Capítulo 1.

Estábamos en clase de Matemáticas, corrigiendo los deberes que la profesora había mandado para hoy.
- Señorita Jane Dunkel. -Dijo la profesora de Matemáticas dirigiéndose a Jane.-
- Sí señora. 
- Salga al encerado por favor.
- Sí señora. -Contestó Jane levantándose de su silla saliendo hacia el encerado.-
- ¿Tiene hechos sus deberes señorita Dunkel? -Dijo la profesora seriamente alzando una ceja y mirando a Jane.-
- Sí señora, mire. -Jane le mostró a la profesora su cuaderno con los ejercicios hechos y, la profesora los echó un vistazo.-
- Hm... bien, pues corrija el ejercicio número seis.
- Por supuesto. -Contestó Jane cogiendo una tiza del encerado empezando a escribir en una esquina de la pizarra el número "6", escribiendo después en el centro del encerado operación.- Terminé.
- Hm... Muy bien señorita Dunkel, ya puede sentarse, el ejercicio está bien hecho. -Le dijo la profesora mirando el ejercicio del encerado, mientras Jane se dirigía a su asiento para sentarse.-
[~Narra Jane~]
Vaya profesora, que asco, me habla como si yo tuviera 40 años o algo así, es una estirada y encima se cree aquí la Barbie con el culo gordo que tiene. Estoy deseando que llegue el año que viene para no tener que verla más esa cara de rancia y bruja que tiene.
Luego de unos minutos, oí la campana sonar, significaba que la clase de Matemáticas ya había terminado por fin. Todos recogíamos para irnos a la siguiente clase, y ahora tocaba inglés, veamos que nos espera allí.
- Date prisa Sally. -Le dije metiéndola prisa.-
- Sí, sí, espérate. -Contestó ella metiendo sus libros en su mochila.- Vale, ya está. Vámonos. -Dijo cogiendo la mochila, levantándose.- Por cierto, ¿en qué clase toca ahora? 
- En 4ªC.
- Vale, vamos.
Sally y yo nos dirigíamos a la clase de Inglés, que es un gran coñazo.
- ¡Hola! -Dijo una voz masculina por detrás de Sally y de mí. Me volteé a ver quién era, y era Tom.- Hola Tom. -Le saludé amablemente.-
- Hola Jane, hola Sally. -Saludó él sonrientemente.-
- Ho-hola Tom... -Dijo Sally tartamudeando.-
- Bueno, me voy, que a mí me toca en otra clase.
- Vale, adiós. -Dije despidiéndome de él.-
- A-adiós. -Siguió Sally.-
- ¿Cuándo piensas decírselo? -Le pregunté a Sally.-
- ¿Decirle el qué a quién?
- Oh vamos, a mí no me puedes engañar, te gusta Tom, es evidente. Cada vez que estás cerca de él tartamudeas sin querer.
-Sally suspiró bajando la mirada y paró de caminar.- Sería inútil, él es... muy... mujeriego, ¿sabes? Solo le interesa acostarse con la primera tía que se le pasa por delante. Él no cree en eso del amor. Sí, es cierto, a mí... a mí me gusta Tom, pero... él nunca llegará a saberlo ni a darse cuenta.
-Suspiré escuchando lo que Sally me decía.- Anda, vámonos... Al final llegaremos tarde. -No sabía que decirle en esos instantes para animarla.-
Entrasteis en clase y Sally se fue al final de la clase a sentarse para que nadie la molestara.Yo me senté a su lado, la miraba de reojo de vez en cuando, me tenía preocupada, su
mirada estaba muy triste, ella en sí estaba muy triste. Me decidí por hablarle e intentar animarla.
- Ey, venga, no estés triste. -Dije susurrando para que el profesor no me oyera.- 
- No estoy triste. -Dijo ella apoyando su cabeza sobre su mano.-
- Mis cojones no están tristes, tú sí. A mí no me puedes engañar, ya te lo he dicho. -Pero ella no contestaba, solo se quedó callada, mirando por le ventana.- Mira, hagamos una cosa. ¿Qué tal si hoy quedamos tú y yo y vamos de compras? ¿Qué te parece? -Le propuse para intentar que se sintiera mejor.-
- Vale. -Sonrió forzadamente.-
- Ejem ejem. -Carraspeó el profesor mirándome.- Señorita Dunkel, ¿por qué no prueba a atender? ¿Le parece bien? -Me dijo el profesor cruzado de brazos.-
- Sí, ya me callo.
- Bien. -Contestó.- Ahora vamos a pasar a un examen oral. Me vais a decir los meses del año, todos y cada uno de ellos en inglés. Y siendo eso tan fácil, quien no me los sepa decir, se puede considerar suspenso en mi asignatura, ¿está claro? Bien, pues empecemos por... ehm... -Dijo el profesor pensativo mirando a la clase.- Hm... usted mismo. Kaulitz, levántese.
- Sí. -Dijo Bill levantándose de la silla.-
- Bien, pues ya puede empezar, Kaulitz. -Dijo el profesor sentándose en su silla, mirando a Bill.-
- ¿Empezar a qué? -Le contestó Bill al profesor de mala gana.-
- A hacer el pino, si le parece. -Dijo el profesor a Bill seriamente.- Kaulitz, ¿usted me escucha cuando yo estoy hablando?
- No me apetece hacer el pino ahora mismo, y tampoco contestar a su pregunta. -Dijo Bill poniendo un tono de chulería y superioridad.-
- ¿Con qué esas tenemos, eh Kaulitz? -Dijo el profesor levantándose de su silla, dirigiéndose a Bill.- Escúchame niño, a mí no me vas a contestar así, ¿te queda clarito? 
- Te contesto como me sale de la polla. ¿Te queda clarito? -Contestó Bill en tono burlesco.-
- ¡Bueno ya es suficiente! -Dijo el profesor gritando dando un manotazo a la mesa.- ¡Te vas directo al aulesco! ¡Y no quiero oír ni una palabra más! Y cuando termine la clase iremos a hablar con el director. -Dijo el profesor gritándole a Bill.
- La que se ha montado en un segundo... -Dije yo por lo bajo.-
- ¡Dunkel! ¡Tú también, al aulesco! Ya es la segunda vez que la llamo la atención. Váyase con Kaulitz al aulesco, vamos. -Dijo el profesor entre gritos.-
- ¿¡Qué!? ¡Es injusto! -Contesté recogiendo mis cosas y levantándome de la silla, saliendo por la puerta.-
- Ah, y Kaulitz, piensa que te podrías haber ahorrado todo esto si me hubieras contestado a una pregunta tan simple como decirme los meses del año.
- Ahá. -Contestó Bill sin darle importancia a lo que decía el profesor.-
Me dirigí hacia el aulesco con la mirada seria, detrás de mí iba Bill Kaulitz, le miré de reojo, él iba sonriente, despreocupado, como si la bronca que acababa de tener el profesor con él no hubiera pasado. A mí Bill no me cae ni bien ni mal, no le conozco, así no me cae, directamente, y no tengo nada en contra de él, aunque es un chico bastante extraño, va más maquillado que yo, y él es un chico, es extraño y raro. Él es hermano gemelo de Tom, pero no se parecen en nada. En fin, los dos llegamos al aulesco, abrí la puerta y pasé. Me senté en una de las sillas que había, en ese aula no había nadie. Bill pasó después cerrando la puerta, y luego se sentó a mí lado. No me atrevía a hablarle, tampoco sabía que decirle. 
- ¿Por qué le contestaste así al profesor? -Le pregunté a Bill mirándole, hacia que no me esuchaba y ni me contestaba, eso me cabreaba bastante.- Contéstame, ¿quieres?
- No, no quiero contestarte. -Dijo Bill algo enfurecido.-
- Ogh, mira, no me extraña que nadie quiera dirigirte la palabra. -Contesté enfadada remarcando el nadie.-
- ¿Y tú quién te crees que eres para decirme eso?
- ¿Qué? ¡Mira yo intento ser amable, pero con personas como tú da ASCO ser amable! -Dije gritándole levantándome de la silla en la que estaba para sentarme lejos de él.-
Que asco de niño, no era de extrañar que nadie le soporte, no me puedo creer que su hermano le soporte.
Al cabo de unos minutos, el profesor de inglés entró por la puerta con el Director del instituto.
- Jane, acérquese por favor, póngase al lado de Bill Kaulitz, por favor.
- Sí señor. -Contesté levantándome dirigiéndome al sitio donde antes estaba.-
- Bien. Bill, creo que le debes al profesor de inglés una disculpa, ¿no te parece?
[~Narra Bill~]
- Pues... -Suspiré e intenté tragarme mi orgullo, no quería oír hablar del tema, quería irme ya.- Lo siento señor.
- Disculpado quedas. Pero por favor, que no vuelva a pasar. -Me dijo el profesor de inglés.- ¿Y usted Dunkel? ¿No tiene nada que decirme?
- Yo... lo siento. -Dijo Jane agachando la mirada.-
- Disculpada quedas.
- Bien, en cualquier caso, espero que esto no se vuelva a repetir, ¿vale? Ya podéis marcharos si queréis. -Dijo el director, mientras nosotros nos levantábamos para irnos del aulesco.-
- Kaulitz, Dunkel, esperen un momento. -Dijo el profesor de inglés, haciendo que Bill y yo nos paráramos a darnos la vuelta y mirarle a él.- Aunque quedéis perdonados, hay que imponeros un castigo. Ambos tendréis que hacerme un trabajo de lo que os de la gana en inglés, ¿sí? Pero tendréis que trabajar juntos. Nada de individualmente, en grupo.
- ¿Qué? -Dije abriendo los ojos como platos. No me lo podía creer, tendría que hacer un trabajo con la niñita mimada de Jane Dunkel, es horrible.- Pero señor…
- Nada de peros. –Contestó el profesor seriamente sin dejarme terminar mi frase.-
- ¿Y cuánto tiempo tenemos de plazo profesor? –Preguntó Jane.-
- Hm... tendréis una semana.
- Vale.
- Ahora sí, podéis marcharos.
Y eso hicimos, nos marchamos de ese aula terrible y horrible. No me lo podía creer, ¿qué voy a tener que trabajar con esa? Bóh. La idea no me termina de gustar, pero suena interesante.
Bill… a mí tampoco me gusta la idea, ¿vale? Pero por favor, haz un esfuerzo y deja de tenerme asco por lo menos hasta que terminemos el trabajo. –Dijo Jane con cara seria.-
-Suspiré ante la idea.- De acuerdo.

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